Marques de Tosos
Siguiendo con la sección de vinos y con un planteamiento fuera de toda ortodoxia con respecto a la cata, hablaremos hoy de este reserva que no deja de ser curioso y sorprender.
Lo primero que sorprende de este vino de las Bodegas San Valero es lo contenido de su precio para un vino que se etiqueta como reserva. La presentación es buena, tanto los parámetros visuales y de aspecto son adecuados y correctos.
Desde el punto de vista olfativo sorprende por el buen planteamiento así como por el fondo que transmite y que luego en la cata se pone de manifiesto. Al principio (y dada mi poca experiencia) adivinaba un sabor entre dulce y humo blanco que no conseguí identificar y que me resultaba curioso. Leyendo por allí hay quien lo identifica como ceniza, incienso e incluso sabor a sacristía (qué curiosa acepción). Y la verdad me encajan. El vino está estructurado como un vino tinto pontente con sabor a la uva (todas ellas tradicionales) y con un complemento de madera que le aporta los tostados y vanillas tradicionales en estos tipos de vino. Pero por otra parte y encajado en su estructura tiene este otro componente que lo hacen distinto diferente e incluso sorprendente pero sin exagerar.
Si no tienen el gusto pruébenlo, seguro que repiten y sobre todo utilícenlo para sorprender que seguro que lo logran.
