SER DIGITAL. Mi crónica personal.
Después de leer el libro "Ser digital" de José Ramón Alcalá copio un párrafo que en mi opinión resume perfectamente el contenido del texto:
Comprender -y, por tanto, saber habitar- el espacio híbrido es aceptar tanto el anverso como el reverso de la propia realidad, del propio cuerpo protésicamente hiperenlazado. Es saber actuar -manejar- los datos provenientes al unísono del dentro y del afuera del espacio del acontecer que se nos muestra entre la pantalla, así como de las arquitecturas que la soportan; pues en la pantalla convergen perspectivamente las proyecciones de ambos espacios: el físico y el virtual; Sin embargo, el punto de vista de este sistema perspectivo ya no es el ojo del espectador (y su mirar antropocéntrico) reside la mirada híbrida del individuo protésico contemporáneo.
Sin posibilidad de superarlo hago mi propio resumen con sus palabras de la lectura del texto:
Los recursos digitales favorecen la exactitud, repetitibilidad y niegan a priori la interpretación. El lugar del arte digital es el de los espacios informes e indeterminados, variables e inexplorables/inexplorados. El punto actual del recorrido es centrarnos en lo que transmitimos y servirnos del metodo más preciso que nunca se ha dispuesto para crear. Basado en una tecnología compleja y complicada, apta para unos pocos, mediante la cual hay que dar el paso de que ocurra el fluir desde y hacia el espacio virtual. Inmerso en una cultura interdisciplinar no deberá seguir el camino del arte abstracto el cual perdió el discurso cuando comenzó a hablar de forma y color como valores de expresión y no de representación con la consiguiente perdida del discurso del pensamiento y por lo tanto dirigido hacia el propio lenguaje. Y en el caso del arte digital con el agravante de la ausencia de su marco/entorno/escenario lo que el autor llama ausencia de la metáfora funcional.
La información es el agente constructor del lugar electrónico. Sesgada doblemente tanto por la necesidad de la codificación como por el racionalismo asociado a la forma de accederla (por el hecho de la experiencia) debido al propio interface y representada mediante una arquitectura de red débil, producto de su propia esencia como deudora del diseño. El arte digital necesita al artista para la exploración de las zonas periféricas y borrosas para que las que el espíritu sensible está especialmente preparado. Con una aprehensión originada en la psique electrónicamente ampliada, el ser digital se presenta como el hecho de habitar el espacio electrónico. Se nos invita a elegir la orilla del río en la que nos sintamos más cómodos analógico (ser), codificado (digital), introduciendo el concepto principal del discurso, el de la realidad híbrida como la conquista de lo digital sobre lo físico (realidad aumentada/amplida/extendida/complementada)... Destacando la interactividad como organización no lineal del discurso. Que permite la visibilización de las producciones mucho más allá que la pura contemplación y/o emisión. En un espacio intervenido que es donde ocurren las cosas y se produce la comunicación. El cuál no es el sitio para la sistematización y organización.
Como apreciaciones personales me ha gustado especialmente la alusión a el sonido como el espacio del paisaje sonoro que existe y se reinvindica. Me he sentido retratado en el primer párrafo del apartado: Regreso a la lectura. Leer en plenitud. Yo he sido lector compulsivo e hiperactivo y de varios textos en paralelo. Y mis relecturas siempre han sido apasionantes y llenas de matices. Aunque alguna no tanto ya que la propia ansiedad lectora en un primer momento engañó a mi entendimiento.
Por último indicar que en mi caso reinvindico el arte abstracto como el arte que habla de arte y que no me quiero perder el momento en que el arte digital hable del arte digital...
3 comentarios
Néstor -
El Artista -
Gracias por comentar y aportar.
Julio Camarena -