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mundosimaginados

Dos por el precio de uno.

 

El título es una pequeña maldad. La verdad que el concierto al que asistí el martes (13/2) fue un obsequio que por cierto agradezco mucho.

El programa que interpretó La Orquesta sinfónica de Munich en el auditorio de Zaragoza estuvo compuesto por obras de Beethoven. Destacar la precisión y sonoridad de la orquesta así como la calidad de su ejecución con un resultado de primer nivel que fue incontestable desde la primera a última nota.

Lo que sigue a partir de ahora es un a modo de parodia en el que las opiniones pueden estar un poco exageradas.

Comenzó el concierto con Las criaturas de Prometeo, Op. 43 en el que se anunciaba ya desde el principio lo que iba a ocurrir durante la velada. La sonoridad, en mi opinión, recordaba épocas anteriores. Beethoven fue un compositor bastante transgresor. Tendió el camino entre el clasicismo y el romanticismo situándose ciertamente en este segundo planteamiento. No sería legítimo decir que es un músico de transición. Él exploró caminos tanto formales como armónicos que revolucionaron la forma de hacer música.

Una opción es hacer su música desde el punto de vista del clasicismo y dejar entrever los experimentos sonoros que incluía en sus partituras. Y otra muy distinta, y he de decir que mas en la línea de mi gusto, plantear la interpretación buscando precisamente esos puntos en los que de alguna manera explota la música buscando caminos y expresiones novedosas (siempre pensando en la época). No vi una interpretación arriesgada, como me hubiera gustado, excepto en el concierto para piano nº4 con el que se cerro la primera parte. Tanto en las partes de cuerdas al unisono y cuasi recitativo como en el segundo movimiento en la parte solista se intuyeron momentos de ruptura con lo clásico. Decir que si la orquesta estuvo muy bien, el solista/director me gustó más todavía y su discurso a la par que preciso fue claro y romántico utilizando los recursos del instrumento para proporcionar al concierto para piano el punto de vanguardia que subyace a la obra. El planteamiento del concierto dirigiendo desde el teclado nos recordaba la práctica de otros tiempos, de como haría el propio compositor en su época.

La segunda parte del programa estaba reservada para la 4ª sinfonía. Que junto con la 1ª, la 2ª y la 8ª son las menos famosas del compositor. Destacar la perfecta ejecución de la partitura y la coherencia en el planteamiento de una obra de tal envergadura. Como antes, insistir en haber forzado la interpretación en las partes más arriesgadas y transgresoras tanto en las armonías mas evolucionadas como en los pasajes más líricos.

La orquesta fue coherente y guardo perfectamente los papeles. Y a modo de colofón o coda interpretaron magníficamente en el bis la obertura de las Bodas de Figaro de Mozart. Y diría que de forma sobresaliente. Asumo que es una partitura muy fácil de escuchar pero eso mismo hace que sea necesario un gran nivel para hacer una interpretación digna de la misma con estupenda claridad en las partes como contundencia en el discurso. Fue como una especie de paso atrás en el tiempo que de alguna forma hizo que todo encajara...

No es siempre mi objetivo el buscar interpretaciones históricas o fieles a la época para cada obra y estilo. Seguramente caeríamos en el error de perder el buen hacer de los intérpretes y de apuntar una versión exclusivamente como la recreación válida de una pieza. Me gusta oír la música con diferentes matices y colores. El que la configuración de la orquesta sin los efectivos duplicados en la madera y el viento no es la cuestión. Ayuda a la sonoridad, sí, pero hablamos de intención e interpretación. La reinterpretación con criterios adecuados es siempre muy enriquecedora. Y el trabajo de los músicos el martes fue magnífico. Las líneas anteriores intentan explicar qué sentía o necesitaba al escuchar las propuestas que ocurrieron durante el desarrollo del concierto pero siempre desde un punto de vista subjetivo y personal.

Por cierto el martes no se pierdan el estupendo concierto programado por el grupo Enigma con obras de: Milhaud, Taverna y Hindemith. Si alguien se apunta... en todo caso intentaremos asistir y contarlo.

1 comentario

El Artista -

Habrán notado que el curso de XML terminó ... ;-)